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La agresividad de los perros depende de la genética y la educación que reciben, NO de su raza


La actitud agresiva de los perros depende de la educación que reciben por parte de sus dueños y no tanto de la raza a la que pertenecen, según revela el estudio elaborado por la Universidad de Córboda y publicado por el Journal of Animal and Veterinary Advances y por el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC).


"Muchos perros son sacrificados o abandonados por su actitud violenta, pero contrariamente a lo que se piensa, en la conducta agresiva del perro la raza tiene poco protagonismo respecto a todos los factores que dependen del dueño", revela el estudio. En este sentido, el equipo de investigación apuntó que los factores externos, modificables y dependientes del dueño son los que más influyen en la actitud del animal.


















Así que, la raza o el mestizaje no condicionan la peligrosidad de un perro. Una buena selección y buena educación por parte de los dueños sigue siendo la base fundamental para impedir que un perro se convierta en un animal peligroso.














Dicho antes, recalcamos que, la raza no condiciona la peligrosidad de un perro. La peligrosidad de un perro no depende de su raza, sino del individuo en sí, sea o no sea de raza. Los estudios en genética aclaran que los factores comportamentales que inducen a la agresividad no están unidos al genotipo de un individuo, y mucho menos al fenotipo, que es de lo que se trata al diferenciar unas razas caninas de otras.
















Tan sólo pueden existir factores genéticos (en determinados linajes o líneas de sangre, y no en determinadas razas) que, unidos a un ambiente y/o una educación determinada, pudieran tornarse más fácilmente en caracteres peligrosos y en desencadenar brotes de tipo agresivo. Estos casos pueden darse en cualquier perro sea de raza o no.















La ley española de Perros Potencialmente Peligrosos (Ley PPP 1999) es una controvertida e inadecuada ley sin base científica alguna, ya clasifica y discrimina razas de perros y propietarios.

Esta ley, en su primer epígrafe, nombra y tilda de potencialmente peligrosas a determinadas razas caninas (ocho o más, dependiendo de la comunidad autónoma) y posteriormente, en el epígrafe II, engloba a casi el 50 por 100 de las razas caninas con características similares (unas 200 aproximadamente), sirva de ejemplo: según este epígrafe, el perro lazarillo de un invidente puede ser considerado PPP. Entonces, ¿para qué nombrar a las ocho primeras? Tampoco aborda con criterio el factor mestizaje entre un PPP y otro que no lo es. En definitiva, una ley realizada por políticos y sin asesoramiento técnico alguno.


















Así, según el autor principal del estudio, J. Pérez-Guisado considera que "no es normal que los perros que reciben la educación adecuada mantengan comportamientos agresivos por defensa de recursos" y señala que en el caso de que esto ocurra se debería a algún problema médico u orgánico "que puede provocar cambios de conducta en el perro".


ADN:

Ha tenido que ser un estudio cientifico y varias publicaciones en revistas importantes del sector el que convenza a la sociedad de lo que Enric Mas y el equipo técnico de conducta canina de Aula De Natura - ADN sabían con anterioridad en base a su experiencia y a estudios elaborados en países muchos más avanzados en temas caninos que el nuestro.











Son adorables... los niños también



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